Mujeres que Cambiaron las Reglas de una Sociedad
Introducción:
1. La historia de la humanidad está llena de historias hermosas de mujeres que hicieron una contribución singular a su sociedad.
2. Hace un tiempo vimos en la televisión un documental sobre la vida de la madre de Juan y Carlos Wesley. Ella tuvo diez hijos. A cada uno les enseñó a leer con la Biblia el mismo día cuando cumplieron siete años. Desde muy pequeños les enseñó a orar y a aprender los cantos de la fe cristiana. Ellos fueron los instrumentos que Dios usó para el gran avivamiento evangélico de su época y para que fueran los fundadores de lo que hoy conocemos como el movimiento “metodista”.
3. Casi todos hemos oído hablar o leído de Carlota Moon quien fue como misionera a la China y después promovió el más grande esfuerzo misionero mundial que ha hecho posible que miles de hombres y mujeres vayan a otras tierras a proclamar el mensaje de Jesucristo.
4. En la Biblia tenemos historias maravillosas de mujeres que también hicieron una contribución notable para el bien del pueblo del Señor. Personalmente me emocionan las vidas de …
(1) Ana, la mujer que oró para que Dios le diera un hijo. Este hijo llegó a ser un sacerdote y uno de los grandes jueces de Israel.
(2) Lidia, que encontramos en Hechos. Ella era una mujer comerciante, piadosa y temerosa del Señor. Fue por su iniciativa y su entusiasmo que abrió su casa para que se fundara la primera iglesia cristiana en Filipos. Esta llegó a ser la primera iglesia en Europa.
Veamos a estas cinco mujeres que cambiaron las reglas de su sociedad para el bien de todas las familias de Israel. Esta es la presentación que el libro de Josué hace de ellas:
Josué 17:3-4 Nueva Traducción Viviente (NTV) 3 Sin embargo, Zelofehad, un descendiente de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tuvo hijos varones. Solo tuvo hijas, las cuales se llamaban Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. 4 Ellas se presentaron ante el sacerdote Eleazar, ante Josué, hijo de Nun, y ante los líderes israelitas y les dijeron: El Señor le ordenó a Moisés que nos diera una porción de tierra al igual que a los hombres de nuestra tribu. Así que Josué les dio una porción de tierra junto con la de sus tíos, como el Señor había ordenado.
Números 26:33 Nueva Traducción Viviente (NTV) 33 (Zelofehad, uno de los descendientes de Hefer, no tuvo hijos, pero los nombres de sus hijas eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa).
Números 27:1-11 Nueva Traducción Viviente (NTV) 27 Cierto día las hijas de Zelofehad, Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa presentaron una petición. Zelofehad, su padre, era descendiente de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, hijo de José. 2 Estas mujeres acudieron a Moisés, al sacerdote Eleazar, a los jefes de las tribus y a toda la comunidad, a la entrada del tabernáculo.
3 Ellas dijeron: Nuestro padre murió en el desierto, pero no por estar entre los seguidores de Coré que se rebelaron contra el Señor, sino que murió debido a su propio pecado y no tuvo hijos varones. 4 ¿Por qué debería desaparecer el nombre de nuestro padre de entre su clan solo porque no tuvo hijos varones? Dennos una porción de terreno entre el resto de nuestros parientes. 5 Entonces Moisés presentó el caso ante el Señor. 6 Y el Señor le contestó a Moisés: 7 «La petición de las hijas de Zelofehad es legítima. Así que dales una porción de terreno junto con los parientes de su padre. Asígnales la porción de terreno que se hubiera dado a su padre. 8 Y da al pueblo de Israel las siguientes instrucciones: si un hombre muere sin dejar hijo varón, entonces se le dará su herencia a sus hijas. 9 Y si tampoco tiene hijas, su herencia se transferirá a sus hermanos. 10 Si no tiene hermanos, entrega su herencia a los hermanos de su padre. 11 Y si su padre no tiene ningún hermano, entonces entrega su herencia al pariente más cercano dentro de su clan. Este es un requisito legal para el pueblo de Israel, tal como el Señor le ordenó a Moisés.
1 Crónicas 7:15 Nueva Traducción Viviente (NTV) 15 Maquir encontró esposas para Hupim y Supim. Maquir tenía una hermana llamada Maaca. Uno de los descendientes de Maquir fue Zelofehad, quien solamente tuvo hijas.
I. La hermosa historia de las hijas de Zelofejad.
1. Zelofejad era descendiente de José por medio de su hijo Manasés.
2. Zelofejad fue uno de los que salió de Egipto con todo el pueblo. Por ser mayor de 20 años cuando se dio el éxodo fue culpable del pecado de desobediencia de todo el pueblo. Murió en el desierto. Zelofejad no tuvo hijos, pero sí tuvo cinco hijas.
3. Cuando llegó el momento de entrar a la tierra prometida estas cinco muchachas sabían que por ser mujeres no recibirían una tierra que pudieran llamar de su propiedad. Se pusieron de acuerdo y fueron para hablar con Moisés, para pedirle que se considerara darles la porción de la tierra que correspondería a su padre.
4. Moisés consultó con el Señor y recibió la aprobación para hacerlo así.
5. Las familias de Manasés se dieron cuenta de que ese arreglo era peligroso, pues si las muchachas se casaban con hombres de otras tribus, la heredad de la tribu de Manasés se disminuiría y la tribu perdería parte de su territorio.
6. Moisés se dio cuenta de la validez de las razones de los de la tribu de Manasés y estableció que las muchachas podían recibir su herencia, pero debían casarse con hombres de la misma tribu. Ellas lo hicieron así y con eso se logró un acuerdo para el bienestar de todos.
II. Lecciones que aprendemos de este relato.
1. Aprendemos que las mujeres sí pueden cambiar la sociedad.
(1) Hasta ese tiempo en la sociedad hebrea a nadie se le había ocurrido que las mujeres podían tener una propiedad. De una manera inteligente las hijas de Zelofejad reclaman una nueva posibilidad, ¡y la lograron!
(2) Hasta ese tiempo la sociedad consideraba que la mujer era propiedad de su padre o de su marido. Por medio de esta reclamación ellas guían a la sociedad a darse cuenta de que una mujer puede establecer y defender sus propios intereses.
2. Aprendemos que el Señor escucha y responde a las reclamaciones de las mujeres.
(1) Moisés llevó el caso delante del Señor y el Señor concedió la petición de aquellas mujeres.
(2) Se afirma el principio de que el hombre es cabeza de la familia.
(3) Se afirma el principio de igualdad entre los sexos delante del Señor para los asuntos de la vida religiosa y cotidiana.
Gálatas 3:26-29 Nueva Traducción Viviente (NTV) 26 Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. 27 Y todos los que fueron unidos a Cristo en el bautismo se han puesto a Cristo como si se pusieran ropa nueva. 28 Ya no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. 29 Y ahora que pertenecen a Cristo, son verdaderos hijos de Abraham. Son sus herederos, y la promesa de Dios a Abraham les pertenece a ustedes.
3. Aprendemos que hay una enorme bendición cuando las hijas se casan con hombres que pertenecen a la misma familia de Dios.
(1) En este caso ellas tenían que casarse con varones de la tribu de Manasés.
(2) Por extensión comprendemos que las hijas de los creyentes en Cristo Jesús deben casarse con varones de la familia del Señor a fin de no perder su herencia y valores espirituales.
Hechos 21:8-9 Nueva Traducción Viviente (NTV) 8 Al día siguiente, continuamos hasta Cesarea y nos quedamos en la casa de Felipe el evangelista, uno de los siete hombres que habían sido elegidos para distribuir los alimentos. 9 Tenía cuatro hijas solteras, que habían recibido el don de profecía.
Conclusión, aplicación e invitación:
1. Las mujeres pueden acercarse con toda confianza delante del Señor para presentar los asuntos vitales de la sociedad en la cual viven.
2. Las mujeres deben reconocer que en su hogar el hombre ha sido puesto por el Señor como “cabeza”. Este orden de autoridad es bendecido por Dios y preserva a toda la familia.
3. Las mujeres y los hombres pueden acercarse delante de Dios en igualdad de condiciones y oportunidades.
4. Hombres y mujeres: las lecciones de la Biblia son para ponerlas en práctica, no para cuestionarlas o hacer conjeturas sobre su validez para nuestros días.
Números 6:22-26 Nueva Traducción Viviente (NTV) 22 Entonces el Señor le dijo a Moisés: 23 Diles a Aarón y a sus hijos que bendigan al pueblo de Israel con la siguiente bendición especial: 24 “Que el Señor te bendiga y te proteja. 25 Que el Señor sonría sobre ti y sea compasivo contigo. 26 Que el Señor te muestre su favor y te dé su paz”.
Daniel Carro et al., Comentario Bíblico Mundo Hispano Josué, Jueces, Y Rut, 1. ed. (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 1993–), 141